Las escuelas de negocios en el mundo se encuentran promoviendo el trabajo basado en valores como la llave del éxito de las empresas. Pero la gran pregunta es cómo esos valores corporativos descritos con hermosas palabras en folletos y memorias pueden hacer eco en cada uno de los trabajadores de Mamut. 

Mamut tiene un historia de retos y aprendizajes que fueron formando a sus fundadores, y que se han convertido en guías para la aplicación de sus valores. 

“Hacer mucho con muy poco” 

Mamut nace de la iniciativa de tres jóvenes latinoamericanos que fueron cumpliendo los requerimientos del concurso de emprendimiento llamado Innova. El presupuesto tendiente a 0 y la falta de laboratorios, Fab Lab y recursos económicos fueron la variable constante en el nacimiento de esta StartUp. Es así, que la creatividad y perseverancia jugaron un papel fundamental en el nacimiento de Mamut. Manuel Laredo CEO y Fundador de Mamut recuerda cómo visitaron a amigos expertos en el rubro de la construcción para elaborar el estudio de mercado o bien realizaron el producto mínimo viable en la cocina de su mamá.  El señala que los recursos eran tan limitados que aprendieron a convertir los Nos en un Sis, logrando que proveedores les envíen muestra gratis y buscando en depósitos o en tiendas de segunda mano las herramientas y equipos que necesitaban. 

Hoy las cosas han cambiado, tenemos muchos MÁS recursos para innovar, pero queremos que la gente no se olvide que a pesar de que nuestras metas y sueños son muy grandes debemos enfocarnos en lo que sabemos y tenemos al alcance y que estas limitaciones deben convertirse en un reto y no en una excusa. Manuel señala que las excusas solo sirven de justificación para uno mismo porque para los demás no valen nada. 

“Actuar en vez de Hablar”

Mamut se caracteriza por cumplir sus compromisos y principalmente hacerse responsables de sus incumplimientos. Ronald Gonzales, Co Fundador y Business Developer en MAMUT PARAGUAY, recuerda la puesta en marcha de la pequeña primera planta. El proceso para obtener la primera baldosa amortiguante fue apoyado en videos que estaban en youtube para afinar la formúla química que teóricamente habían desarrollado. Hoy Mamut tiene 14 productos en oferta y a lo largo del 2022 serán alrededor de 24, todos ellos basados en materiales reciclados y apoyando la construcción de ciudades sostenibles. Mamut recalca a sus colaboradores que deben cumplir con sus compromisos para convertirse en personas confiables y que sean activos en evitar hablar mucho buscando que los hechos hablan por sí solos, valorando la capacidad de adaptarse a los nuevos retos que la organización se ha ido trazando. 

Son muchos jóvenes quienes han pasado por Mamut. Muchos de ellos se fueron buscando nuevas oportunidades o bien porque no pudieron adaptarse a los retos de una Pyme que tiene el sueño de llegar a todo el mundo con su impacto. Esta experiencia con sus altibajos no ha movido un ápice el deseo de apostar por el talento joven, buscando personas que puedan ser confiables, dispuestas a aprender y consecuentes a que nada que valga la pena viene fácil. 

Mamut se define como una StartUp zebra, antagónica a los unicornios. Mamut busca promover un impacto positivo ambiental y social en los mercados donde opera. Su alta responsabilidad con el medio ambiente y la sociedad es uno de sus valores que cala desde la decisión de separar la basura para reciclaje en fábrica y oficinas, hasta decisiones corporativas sobre inversiones en infraestructura vinculadas a uso eficiente de recursos o determinación de proveedores que generen desarrollo económico local. 

Mamut ha simplificado sus valores corporativos ha refranes que se han transformado en guías de acción. Los sueños del equipo que conforma Mamut son grandes y requerirá de talento humano que lleve las palabras a acciones #ActuarEnVezdeHablar